¿Tu cabeza no te deja conectar con el placer?
Durante el encuentro sexual no sabes cómo pero te instalas en tu mente y no dejas de pensar. Así es imposible disfrutar. Te estresas y tu cuerpo se tensa.
Piensas que tienes un problema, que piensas demasiado, que eres complicada para llegar al orgasmo.
Como buena géminis, sé lo que es tener una mente poderosa. Recuerdo cómo durante muchos años me instalaba en mi mente mientras mantenía relaciones. Cogía un rol de observadora que analizaba todo, me analizaba a mí y al otro.
Estaba en segundo plano súper disociada de mi cuerpo. No sentía nada. Incluso no entendía cómo había gente que disfrutaba del sexo. Llegué a creer que tenía un problema. Y lo sufría en silencio.
Mi cabeza se disparaba, empezaba a pensar en cosas que me preocupaban. Me obsesionaba porque no disfrutaba, me exigía relajarme para tener un orgasmo que nunca llegaba. Tenía grabado en mi memoria esos encuentros sexuales que veía en el cine y en las pelis de Antena 3, donde con sólo 4 besos te penetraban y ambos llegaban al orgasmo en tan solo 2 minutos. Algo que a mí no me pasaba.
Creía que tenía un problema, y los novios de entonces también lo pensaban, que el problema era yo. No ellos que no se enteraban, que no conocían el mapa de placer femenino. Porque veían las mismas películas en las que esas mujeres en dos minutos llegaban, y conmigo no pasaba.
La mente es súper poderosa si sabes ponerla a tu favor, sino puede amargarte la vida y también la sexualidad.
Si durante el sexo, en algún momento dejas de disfrutar… Seguramente te vayas directa a tu cabeza. Empieces a pensar: “No me está gustando”. “¿Por qué hace esto ahora?” “Va demasiado rápido…” “No me gusta cómo me está tocando”. Aquí ya has entrado en un diálogo interno, ya has activado tu mente racional, ya te has alejado del cuerpo.
También te puede suceder justo a la inversa: cuando estás disfrutando tanto, puede que te boicotees, que te instales en tu mente y te sorprendas de repente pensando en si estarás gimiendo demasiado, “¿Que estará pensando?” “Y si después no lo vuelvo a ver, ¿para qué disfrutar tanto?”
Una manera más maquillada de irte a la mente y desconectarte del presente es con las fantasías. Montarte la súper película erótica y sexual que más de excite. Está bien fantasear, el ejercicio que viene después es el más difícil: soltar. Llegar a ese encuentro con una mente neutra, con cero expectativas y fantasías. Es tu capacidad de estar en plena presencia la que te va a llevar a identificar el mejor camino hacia el placer más exquisito.
Cuando estás en total presencia y tiene plena consciencia de tu mapa de placer, estás abierta con tus cinco sentidos, alineada a tus necesidades, en escucha a la sabiduría de tu cuerpo. Y desde aquí vas fluyendo con la situación sexual que se va dando.
Para acceder a un placer más expansivo que te recorra el cuerpo durante horas y te atraviese el alma necesitas tiempo, relajarte, confiar y sentirte muy cómoda en el placer y en esa excitación relajada que perdura durante horas.
Mira este vídeo y descubre qué puedes hacer para aprender a relajarte en el placer:
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Cada viernes te comparto tips y ejercicios para que sigas profundizando en el manejo de tu energía sexual y hagas realidad tu proyecto de vida.
Escríbeme en comentarios, me encantará saber tu opinión y si te sirvió. Juntas compartimos sabiduría.
Un abrazo.